Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Hechos 16:17 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales nos enseñan el camino de salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Ella seguía a Pablo y también al resto de nosotros, gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y han venido para decirles cómo ser salvos».

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Empezó a seguirnos a nosotros y a Pablo gritando: 'Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y les anuncian el camino de la salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ésta seguía a Pablo y a nosotros, gritando: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian un camino de salvación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: 'Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian el camino de salvación'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Hechos 16:17
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Como libres, mas no usando la libertad para cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.


Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.


y llegándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste. Y el rey habló a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?


Entonces Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su Ángel, y libró sus siervos que esperaron en Él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que servir o adorar a otro dios que su Dios.


Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo y habló y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.


Y también salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios. Pero Él les reprendía y no les dejaba hablar; porque sabían que Él era el Cristo.


diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.


para dar luz a los que habitan en tinieblas y sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.


Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, el Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra seca.


Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que hace todas las cosas por mí.


Pero algunos de los judíos, vagabundos exorcistas, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuramos por Jesús, el que Pablo predica.


Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; y cuando Aquila y Priscila le oyeron, le tomaron aparte y le expusieron con más exactitud el camino de Dios.


Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de personas; sino que enseñas el camino de Dios con verdad.


para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para remisión de sus pecados,


Y viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que enseñas el camino de Dios en verdad: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?


diciendo: ¡Déjanos! ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.


Y le enviaron los discípulos de ellos, con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de ningún hombre, porque no miras la apariencia del hombre.


Y he aquí, clamaron diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?


¿Con qué me presentaré delante de Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Vendré ante Él con holocaustos, con becerros de un año?


Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y hablando el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, Él te librará.


Y fue echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fue hecho como el de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue bañado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios señorea en el reino de los hombres, y que pone sobre él a quien le place.


El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria y la honra:


Me ha parecido bien publicar las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.


Y se acordaban que Dios era su Roca; y el Dios Altísimo su Redentor.


Este, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.


Y muchos seguirán sus caminos perniciosos, y por causa de ellos el camino de la verdad será blasfemado;


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម