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Hechos 15:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Y cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cuando llegaron a Jerusalén, toda la iglesia —incluidos los apóstoles y los ancianos— dio la bienvenida a Pablo y a Bernabé, quienes les informaron acerca de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Al llegar a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia, por los apóstoles y los presbíteros, y les expusieron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Al llegar a Jerusalem, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Llegados a Jerusalén, fueron bien recibidos por la iglesia y por los apóstoles y los ancianos, a los cuales informaron de todo cuanto Dios había hecho con ellos.

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Hechos 15:4
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Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuántos milagros y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.


Y habiendo llegado, reuniendo la iglesia, relataron todo lo que había hecho Dios con ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.


Ellos, pues, siendo encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.


Porque no osaría hablar de alguna cosa que Cristo no haya hecho por mí, para hacer obedientes a los gentiles, con palabra y con obra,


Y cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.


Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en vuestra casa, ni le digáis: Bienvenido.


Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual recibisteis mandamientos; si viniere a vosotros, recibidle;


Así, pues, nosotros, como sus colaboradores, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.


De manera que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no imputándole sus pecados, y nos encomendó a nosotros la palabra de la reconciliación.


Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que ha sido conmigo.


Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió para gloria de Dios.


y después de saludarlos, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.


Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos escribieron, exhortando a los discípulos que le recibiesen; y cuando él llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído.


El que a vosotros recibe, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.


Lo cual también hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.


Así que, cuando Pablo y Bernabé tuvieron una disensión y contienda no pequeña con ellos, determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos, subiesen a Jerusalén, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.


Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto.


Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir varones de ellos, y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé; a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos,


Y como pasaban por las ciudades, les entregaban los decretos que habían sido ordenados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén para que los guardasen.


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