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Hebreos 11:6 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que a Dios se acerca, crea que le hay, y que es galardonador de los que diligentemente le buscan.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero sin fe es imposible agradarlo, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que lo buscan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Y sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.

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Hebreos 11:6
47 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo amo a los que me aman; y me hallan los que temprano me buscan.


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.


Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto, y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú lo buscas, lo hallarás; mas si lo dejas, Él te desechará para siempre.


Mas buscad primeramente el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.


Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes divagar de tus mandamientos.


por lo cual puede también salvar eternamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.


¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin un predicador?


Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;


Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto mi esperanza en el Señor Jehová, para contar todas tus obras.


Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;


Así que, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero fue predicado no entraron por causa de incredulidad,


Porque en Jesucristo ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por amor.


Por lo cual, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de Él en paz, sin mácula y sin reprensión.


Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?


Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.


Por lo cual, hermanos, procurad tanto más hacer firme vuestro llamamiento y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.


Porque la ley nada perfeccionó; mas lo hizo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.


Con todo esto, pecaron aún, y no creyeron en sus obras maravillosas.


Porque también a nosotros se nos ha predicado el evangelio como a ellos; pero no les aprovechó la palabra predicada a los que la oyeron al no mezclarla con fe.


El impío hace obra falsa; mas el que siembra justicia, tendrá galardón seguro.


Pero los temerosos e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.


Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no me creísteis, para santificarme en ojos de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.


Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y soy tu galardón sobremanera grande.


Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros en Egipto; porque tenía puesta su mirada en el galardón.


Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;


Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.


Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.


Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente Él es un Dios que juzga en la tierra.


Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.


Pero aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra;


Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, pues no queremos el conocimiento de tus caminos.


Por cuanto no creyeron a Dios, ni confiaron en su salvación:


Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea completa por Jehová, el Dios de Israel, que has venido a refugiarte bajo sus alas.


Y cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan. De cierto os digo que ya tienen su recompensa.


Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa.


¡Oh generación, atended a la palabra de Jehová! ¿He sido yo un desierto a Israel, o una tierra de oscuridad? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Señores somos; no vendremos más a ti?


Regocijaos y alegraos; porque vuestra recompensa es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.


Sí, Padre, porque así agradó a tus ojos.


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