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Hebreos 1:9 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Amas la justicia y odias la maldad. Por eso, oh Dios, tu Dios te ha ungido derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Amas la justicia y aborreces la maldad; por eso, oh Dios, tu Dios te concedió una consagración real que es fuente de alegría, con preferencia a tus compañeros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; Por eso te ungió, oh Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tú amas la justicia y aborreces la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría de entre tus compañeros.

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Hebreos 1:9
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Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.


Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.


para ordenar a los que hacen duelo en Sión: Para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para que Él sea glorificado.


Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,


Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.


El Espíritu del Señor Jehová está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:


Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced juicio en la puerta; quizá Jehová, el Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.


Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;


Porque yo Jehová amo el juicio, y aborrezco el latrocinio para holocausto; y dirigiré su trabajo en verdad, y haré con ellos un pacto eterno.


El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco.


Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía; santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;


Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,


Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.


Jesús le dijo: No me toques; porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.


Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que si lo interpretares es, el Cristo).


Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira.


De tus preceptos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.


Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi óleo santo.


Él ama justicia y juicio: De la bondad de Jehová está llena la tierra.


Así también tú tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la cual yo aborrezco.


El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es bendito por siempre, sabe que no miento.


El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.


cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.


Pues verdaderamente se juntaron contra tu santo Hijo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,


Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no le da el Espíritu por medida.


Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.


Él clamará a mí: Mi Padre eres tú, mi Dios y la Roca de mi salvación.


El hacer tu voluntad, oh mi Dios, es mi delicia; y tu ley está en medio de mi corazón.


Porque Jehová ama la rectitud, y no abandona a sus santos; para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será cortada.


Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.


Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.


Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:


Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,


Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.


Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.


Se levantaron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo.


Pero vemos a Jesús coronado de gloria y de honra, el cual fue hecho un poco menor que los ángeles, por el padecimiento de su muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.


Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;


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