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Génesis 9:6 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

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Biblia Reina Valera 1960

6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Si alguien quita una vida humana, la vida de esa persona también será quitada por manos humanas. Pues Dios hizo a los seres humanos a su propia imagen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Quien derrame sangre del hombre, su sangre será también derramada por el hombre, porque Dios creó al hombre a imagen suya.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 El que derrame sangre de hombre,° por los hombres su sangre será derramada, porque a imagen de ’Elohim hizo ’El° al hombre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 El que derramare la sangre del hombre, por el hombre será derramada la suya; porque a imagen de Dios hizo Dios al hombre.

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Génesis 9:6
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Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquier persona, que sufra la muerte.


Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.


El que lleva en cautividad, irá en cautividad; el que a espada matare, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.


Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra; y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.


Con ella bendecimos al Dios y Padre; y con ella maldecimos a los hombres, que son hechos a la semejanza de Dios.


Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios lo hizo;


Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.


He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré fugitivo y vagabundo en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.


Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos. Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.


Y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.


y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de la congregación, para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, sangre será imputada al tal varón: sangre derramó; cortado será el tal varón de entre su pueblo;


Pero el varón no debe cubrir su cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón.


Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida.


Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre matando a sus setenta hermanos.


Y Samuel dijo: Como tu espada dejó las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal.


Entonces le echaron mano, cuando iba en el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, y allí la mataron.


El hombre que hace violencia con sangre de persona, huirá hasta la fosa, y nadie lo detendrá.


Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;


Y si con instrumento de hierro lo hiere y muere, homicida es; el homicida morirá:


Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y lo acechare, y se levantare sobre él, y lo hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades;


¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?


Pero ahora no lo absolverás; porque eres hombre sabio y sabes lo que has de hacer con él; y harás descender sus canas con sangre a la sepultura.


Y Atalía, madre de Ocozías, viendo que su hijo había muerto, se levantó y destruyó a toda la simiente real.


Y todo el pueblo de la tierra hizo alegrías, y la ciudad estuvo en reposo, habiendo sido Atalía muerta a espada junto a la casa del rey.


Y conspiraron contra él sus siervos y lo mataron en su casa.


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