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Génesis 43:3 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano venga con vosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pero Judá dijo: —El hombre hablaba en serio cuando nos advirtió: “No volverán a ver mi rostro a menos que su hermano venga con ustedes”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Judá le contestó: 'Aquel hombre nos dijo bien claro que no nos admitiría en su presencia si no iba con nosotros nuestro hermano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y Judá le respondió, diciendo: Aquel hombre nos advirtió seriamente, diciendo: No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano venga con vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Judá le contestó: 'Aquel hombre nos advirtió categóricamente: 'No os admitiré en mi presencia si vuestro hermano no viene con vosotros'.

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Génesis 43:3
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no descendiere con vosotros, no veréis más mi rostro.


Pero si no le enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.


entristeciéndose sobre todo por las palabras que había dicho, de que ya no volverían a ver su rostro. Y le acompañaron hasta el barco.


Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.


Ciertamente, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.


Y Absalón respondió a Joab: He aquí, yo he enviado por ti, diciendo que vinieses acá, a fin de enviarte yo al rey a que le dijeses: ¿Para qué vine de Gesur? Mejor me fuera estar aún allá. Vea yo ahora el rostro del rey; y si hay en mí pecado, máteme.


Y estuvo Absalón por espacio de dos años en Jerusalén, y no vio el rostro del rey.


Mas el rey dijo: Que se vaya a su casa, y no vea mi rostro. Y se volvió Absalón a su casa, y no vio el rostro del rey.


Y David dijo: Bien; yo haré alianza contigo; pero una cosa requiero de ti, y es: Que no mirarás mi rostro, a menos que primero traigas a Mical, la hija de Saúl, cuando vinieres a verme.


Y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.


Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:


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