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Génesis 31:42 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

42 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no fuera conmigo, de cierto me enviarías ahora vacío; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

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Biblia Reina Valera 1960

42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

42 En realidad, si el Dios de mi padre no hubiera estado de mi parte —el Dios de Abraham y el temible Dios de Isaac—, tú me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto tu abuso y mi arduo trabajo. ¡Por eso se te apareció anoche y te reprendió!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y Dios Terrible de Isaac, no me hubiera asistido, con toda seguridad que tú me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mis pruebas y el trabajo de mis manos y por eso anoche pronunció su sentencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac° no hubiera estado conmigo, de cierto me despedirías ahora vacío. ’Elohim ha visto mi aflicción y la fatiga de mis manos, y te reprendió anoche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vacío. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche'.

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Génesis 31:42
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en la adversidad;


Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.


El Dios de Abraham, y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por el temor de Isaac su padre.


Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ciertamente Jehová ha mirado mi aflicción; de cierto ahora me amará mi marido.


A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y sea Él vuestro miedo.


Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal.


Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.


Y David salió a su encuentro, y les habló diciendo: Si venís a mí pacíficamente para ayudarme, mi corazón se unirá con vosotros; pero si venís para traicionarme en pro de mis enemigos, no habiendo maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres lo vea y lo demande.


Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues conozco sus angustias;


Y Él dijo: Alza ahora tus ojos, y mira; todos los machos cabríos que cubren el ganado son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.


y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.


Y se estremeció Isaac en extremo, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que tomó caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.


Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú Dios me ves; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?


Le dijo también el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.


Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.


Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien.


Y levantémonos, y subamos a Betel; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.


Y salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.


A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el asunto del rey.


Y cuando lo despidieres libre de ti, no lo enviarás vacío:


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