Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Génesis 3:23 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Por tanto, Jehová Dios lo sacó del huerto del Edén, para que labrase la tierra de la que fue tomado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había sido formado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Y así fue como Dios lo expulsó del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la que había sido formado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y YHVH ’Elohim lo expulsó del huerto de Edén para que trabajara la tierra de donde había sido tomado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Y Yahveh-Dios le expulsó del jardín de Edén, para que labrara la tierra de la que había sido tomado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Génesis 3:23
10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.


Cuando labrares la tierra, no te volverá a dar su fuerza: errante y extranjero serás en la tierra.


Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.


Además el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos.


y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, y no había hombre para que labrase la tierra,


Y comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;


Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre:


Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.


Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente.


Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម