Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Gálatas 4:14 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 y no desechasteis ni menospreciasteis mi prueba que estaba en mi carne, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Aunque mi condición los tentaba a no aceptarme, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Todo lo contrario, me recibieron y me cuidaron como si yo fuera un ángel de Dios o incluso el mismo Cristo Jesús.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Aunque mis pruebas eran una prueba para ustedes, no me despreciaron ni me rechazaron, sino que me acogieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y lo que para vosotros era una prueba° en mi carne, no lo menospreciasteis ni lo escupisteis; al contrario, me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Jesús el Mesías.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 y que ante esta debilidad corporal mía, que era para vosotros una prueba, no hicisteis gestos de desprecio ni escupisteis en el suelo, sino que me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Cristo Jesús.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Gálatas 4:14
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El que a vosotros recibe, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.


Por lo cual nosotros también sin cesar damos gracias a Dios, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino como es en verdad, la palabra de Dios, la cual también obra eficazmente en vosotros los que creéis.


No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.


Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.


Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque él es el mensajero de Jehová de los ejércitos.


En aquel día Jehová defenderá a los habitantes de Jerusalén: y el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David será como Dios, como el Ángel de Jehová delante de ellos.


Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te pareciere.


Tu sierva, pues, dice: Que la palabra de mi señor el rey sea para consuelo; pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para escuchar lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo.


Así que, el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.


Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio,


Nosotros somos insensatos por amor a Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros somos débiles, mas vosotros sois fuertes; vosotros sois honorables, mas nosotros somos despreciados.


y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es;


De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí me recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió.


El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que a mí me desecha, desecha al que me envió.


Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo: En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.


Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.


Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza; aunque la sabiduría del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.


Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus preceptos.


Aquel cuyos pies van a resbalar, es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas.


porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús,


Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.


¿Dónde está entonces vuestra bienaventuranza? Porque yo os doy testimonio de que si hubiese sido posible, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម