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Filipenses 2:15 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

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Biblia Reina Valera 1960

15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 así no tendrán falla ni defecto y serán hijos de Dios sin reproche en medio de una raza descarriada y pervertida. Ustedes son luz en medio de ellos, como las estrellas en el universo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 para que seáis irreprensibles y sencillos,° hijos de Dios sin tacha en medio de una generación perversa° y depravada,° entre los cuales resplandecéis como luminares° en el mundo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 para que lleguéis a ser irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación desviada y pervertida, en cuyo seno brilláis como astros resplandecientes en el mundo,

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Filipenses 2:15
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

manteniendo vuestra honesta manera de vivir entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, al ver vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.


para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo; porque Él hace que su sol salga sobre malos y buenos; y envía lluvia sobre justos e injustos.


Levántate, resplandece; que ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.


Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.


Ellos se han corrompido a sí mismos; sus manchas no son las manchas de sus hijos, son una generación torcida y perversa.


Por lo cual, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de Él en paz, sin mácula y sin reprensión.


el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.


no defraudando, sino mostrando toda buena lealtad; para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.


Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.


Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.


Y estos también sean primero puestos a prueba; y entonces ejerzan el diaconado, si fueren hallados irreprensibles.


Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa, vigilante, templado, decoroso, hospedador, apto para enseñar;


para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo;


para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.


Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios para el bien, y simples para el mal.


Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.


He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.


Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía; santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;


Estas cosas habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.


el que fuere irreprensible, marido de una esposa, que tenga hijos fieles, que no estén acusados de disolución, o rebeldía.


A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.


Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.


Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.


Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.


Entonces respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.


Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.


He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y adoren delante de tus pies, y que reconozcan que yo te he amado.


Quiero, pues, que las mujeres jóvenes se casen, engendren hijos, gobiernen su casa; que ninguna ocasión den al adversario para decir mal.


Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles.


Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,


Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.


Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.


En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida.


Entonces los presidentes y gobernadores buscaban ocasión contra Daniel por parte del reino; mas no podían hallar alguna ocasión o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.


en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.


Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.


y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él.


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