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Ezequiel 9:5 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Luego oí al Señor decir a los demás hombres: «Síganlo por toda la ciudad y maten a todos los que no tengan la marca en la frente. ¡No tengan compasión! ¡No tengan lástima de nadie!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Luego, dice a los otros, de manera que yo lo entienda: 'Recorran la ciudad detrás de él y maten. No perdonen a nadie, que su ojo no tenga piedad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Luego, oyéndolo yo, dijo a los otros: ¡Pasad por la ciudad tras él y matad! ¡Vuestro ojo no perdone ni tengáis misericordia!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 A los otros les dijo, oyéndolo yo: 'Pasad por la ciudad detrás de él y herid; no se apiaden vuestros ojos ni tengáis compasión;

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Ezequiel 9:5
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, ciertamente por haber profanado mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, por tanto, yo también te disminuiré; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré misericordia.


Yo Jehová he hablado; vendrá, y lo haré. No me volveré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice el Señor Jehová.


Así también yo; mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia, sino que haré recaer el camino de ellos sobre su cabeza.


Por tanto, yo también obraré con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia, y aunque griten a mis oídos con gran voz, yo no los oiré.


Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; te pagaré conforme a tus caminos y a tus abominaciones que están en medio de ti; y sabréis que yo soy Jehová que hiere.


Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; sino que retribuiré sobre ti tus caminos, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy Jehová.


Y fue revelado a mis oídos por Jehová de los ejércitos: Ciertamente esta iniquidad no os será perdonada hasta que muráis, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.


Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.


Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.


Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:


Y él les dijo: Así dice Jehová Dios de Israel: Ponga cada uno su espada sobre su muslo: pasen y vuelvan de puerta en puerta por el campamento, y mate cada uno a su hermano, y cada uno a su compañero, y cada uno a su prójimo.


Con arcos tirarán a los jóvenes, y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo perdonará a los niños.


Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios; para exterminar a los niños de las calles y a los jóvenes de las plazas.


y le dijo Jehová: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.


Matad viejos, jóvenes y doncellas, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.


Y el aspecto de la visión que vi era como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río de Quebar; y caí sobre mi rostro.


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