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Ezequiel 36:31 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades, y por vuestras abominaciones.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Entonces recordarán los pecados que cometieron en el pasado y se avergonzarán de ustedes mismos por todas las cosas detestables que hicieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Entonces se acordarán de su conducta y de sus malas acciones, se avergonzarán de ustedes mismos debido a sus culpas y a sus crímenes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Entonces recordaréis vuestros malos caminos, y vuestras obras que no fueron buenas, y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Recordaréis entonces vuestra mala conducta y vuestras obras, que no eran buenas, y sentiréis hastío de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.

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Ezequiel 36:31
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os detestaréis a vosotros mismos por todos vuestros pecados que cometisteis.


Y los que de vosotros escapen, se acordarán de mí entre las naciones adonde serán llevados cautivos; porque estoy quebrantado a causa de su corazón fornicario que se apartó de mí, y a causa de sus ojos, que se prostituyen tras sus ídolos; y se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones.


Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.


Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y en ceniza.


¿Qué fruto teníais entonces en aquellas cosas de las que ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.


Mas el publicano, estando lejos, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.


Y los que quedaren de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.


Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.


Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten seguros en su tierra, sin que nadie los espante;


Y yo también batiré mi mano con mi mano, y haré reposar mi ira. Yo Jehová he hablado.


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