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Ezequiel 3:17 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; por tanto, escucha tú, la palabra de mi boca, y amonéstales de mi parte.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 «Hijo de hombre, te he puesto como centinela para Israel. Cada vez que recibas un mensaje mío, adviértele a la gente de inmediato.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Hijo de hombre, te he puesto como un vigía para la casa de Israel: si oyes una palabra que salga de mi boca, inmediatamente se lo advertirás de mi parte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Hijo de hombre, Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y cuando oigas una palabra de mi boca, la darás a ellos como advertencia de parte mía.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 'Hijo de hombre, te hago centinela de la casa de Israel, para que, cuando oigas de mi boca una palabra, les avises de mi parte.

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Ezequiel 3:17
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y no gimiendo; porque esto no os es provechoso.


Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no descanséis,


Tus centinelas alzarán la voz, a una darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán cuando Jehová vuelve a traer a Sión.


Y en cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y juicios, habéis de amonestarles que no pequen contra Jehová, para que no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haced esto, y no pecaréis.


A quien nosotros predicamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.


Puse también centinelas sobre vosotros, que dijesen: Escuchad el sonido de la trompeta. Pero ellos dijeron: No escucharemos.


También os exhortamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que confortéis a los de poco ánimo, que soportéis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.


Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.


Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.


No escribo esto para avergonzaros, sino que os amonesto como a hijos míos amados.


Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza estaré firme; y velaré para ver qué habrá de decirme, y qué habré de responder cuando yo sea reprendido.


Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob sus pecados.


Sus centinelas son ciegos, todos ellos son ignorantes; todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar; somnolientos, echados, aman el dormir.


Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, lo segundo profetas, lo tercero maestros; luego milagros; después dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, diversidad de lenguas.


¿A quiénes hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.


Porque el Señor me dijo así: Ve, pon un guardia que haga saber lo que vea.


Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios.


y gritó: ¡Un león! Mi señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y paso las noches enteras sobre mi guarda:


Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; me golpearon, me hirieron, me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.


Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma?


Pero cuando vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les dijo: Generación de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?


Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.


Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre.


Entonces hablé a los de la cautividad todas las cosas que Jehová me había mostrado.


Entonces Hageo, mensajero de Jehová, habló el mensaje de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.


Y me dijo Jehová: No digas, soy niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.


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