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Ezequiel 29:3 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Habla, y di: Así dice el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo lo hice para mí.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Habla, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es el Nilo, pues yo lo hice.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Dales este mensaje de parte del Señor Soberano: »“Yo soy tu enemigo, oh faraón, rey de Egipto, monstruo enorme que acechas en las corrientes del Nilo. Pues has dicho: ‘El Nilo es mío; lo hice para mí’.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Le dirás de parte de Yavé: Me dirijo contra ti, Faraón ( ), gran Dragón. Te pavoneas en medio de tus canales diciendo: '¡Mis canales me pertenecen porque yo los mandé cavar!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Habla y di: Así dice Adonay YHVH: He aquí Yo estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, Gran monstruo recostado en medio de sus cauces, El cual dice: mío es el Nilo, Pues yo lo hice para mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Habla y di: así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de sus Nilos, que dice: 'Mis Nilos son míos; yo los he hecho'.

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Ezequiel 29:3
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón, rey de Egipto, y dile: A leoncillo de las naciones eres semejante, y eres como la ballena en los mares; y sales con tus ríos y enturbias las aguas con tus pies, y ensucias sus riberas.


En aquel día Jehová visitará con su espada dura, grande y fuerte, al leviatán, serpiente huidiza, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.


Así dice Jehová: He aquí que yo entrego a Faraón Hofra, rey de Egipto, en mano de sus enemigos, en mano de los que buscan su vida, como entregué a Sedequías, rey de Judá, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo que buscaba su vida.


¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por Él las rocas son quebradas.


y dirás: Así dice el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy Jehová, cuando ejecute en ella juicios, y en ella sea santificado.


Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice el Señor Jehová: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy Dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios.


Tú, solo tú, has de ser temido: ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti, al desatarse tu ira?


y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza.


Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años;


Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;


Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón.


Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá luchar contra ella?


Y la bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.


Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en las generaciones pasadas. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?


Reprende la reunión de las gentes armadas, la multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; dispersa a los pueblos que se complacen en la guerra.


Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos de malos, y destruiré la tierra y su plenitud por mano de extranjeros; yo Jehová he hablado.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Heme aquí contra Faraón, rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.


Por tanto, oh rey, acepta mi consejo, y rompe con tus pecados haciendo justicia, y con tus iniquidades, mostrando misericordia para con los pobres; que tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.


Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No nos hemos tomado poderíos con nuestra propia fuerza?


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