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Ezequiel 20:1 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Y aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El 14 de agosto, durante el séptimo año de cautividad del rey Joaquín, algunos de los líderes de Israel vinieron a pedir un mensaje del Señor. Se sentaron frente a mí en espera de su respuesta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El diez del quinto mes del séptimo año, algunos ancianos de Israel habían venido a consultar a Yavé y se hallaban sentados frente a mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 En el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, aconteció que algunos de los ancianos de Israel vinieron a consultar a YHVH, y se sentaron delante de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El año séptimo, el día diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Yahveh y se sentaron delante de mí.

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Ezequiel 20:1
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y aconteció en el sexto año, en el mes sexto, a los cinco del mes, que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí descendió sobre mí la mano del Señor Jehová.


En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez del mes, a los catorce años después que la ciudad fue tomada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá.


Y aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, al primer día del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


Y aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, al primer día del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


Y aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


Y aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, al primer día del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


En el año décimo, en el mes décimo, a los doce del mes, vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


Y aconteció en el undécimo año, en el primer día del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


Otra vez vino a mí la palabra de Jehová, en el año noveno, en el mes décimo, a los diez días del mes, diciendo:


En el quinto día del mes, que fue en el quinto año de la cautividad del rey Joaquín,


Yo de cierto soy hombre judío, nacido en Tarso, ciudad de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado a los pies de Gamaliel, enseñado según la perfecta manera de la ley de los padres, siendo celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.


Y esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.


Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús; vestido, y en su juicio cabal, y tuvieron miedo.


Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.


Y le enviaron los discípulos de ellos, con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de ningún hombre, porque no miras la apariencia del hombre.


el rey Sedequías envió, y lo sacó; y el rey le preguntó secretamente en su casa, y dijo: ¿Hay palabra de Jehová? Y Jeremías dijo: Si hay. Y dijo más: Tú serás entregado en mano del rey de Babilonia.


Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.


Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón lejos está de mí, y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres.


Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha juntado a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.


Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él; y el rey envió a él un hombre, pero antes que el mensajero llegara a él, dijo él a los ancianos: ¿Veis como este hijo de homicida ha enviado a quitarme la cabeza? Mirad, cuando el mensajero llegue, cierren la puerta y sosténganlo a la puerta: ¿No se oye tras él el ruido de los pies de su señor?


Pregunta ahora por nosotros a Jehová; porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace guerra contra nosotros: quizá Jehová haga con nosotros según todas sus obras maravillosas, y aquél se irá de sobre nosotros.


Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán estaba en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una espesa nube de incienso.


Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:


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