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Ezequiel 2:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así dice el Señor Jehová.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Te envío donde esa raza de cabezas duras y de corazones obstinados para que les digas: ¡Esta es la palabra de Yavé...!

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 A hijos de rostro duro y obstinado corazón te envío, y les dirás: Así dice Adonay YHVH,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Los hijos son unos desvergonzados y duros de corazón; a ellos, pues, voy a enviarte. Tú les dirás: 'Así dice el Señor Yahveh'.

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Ezequiel 2:4
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente, y dura de corazón.


¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni siquiera se han ruborizado; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue, caerán, dice Jehová.


Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, pero no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron arrepentirse.


Por cuanto yo sabía que eres obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,


no endurezcáis vuestro corazón como en la provocación, como el día de la tentación en el desierto;


He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.


¿Se avergonzaron de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni siquiera se han ruborizado; por tanto, caerán entre los que caigan, cuando los castigue, caerán, dice Jehová.


Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.


El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.


También se rebeló contra Nabucodonosor, el cual le había hecho jurar por Dios; y endureció su cerviz, y obstinó su corazón para no volverse a Jehová, el Dios de Israel.


No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual Él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de vosotros.


Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.


Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes contra Jehová; ¿y cuánto más después que yo haya muerto?


Circuncidad pues el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.


Y me dijo Jehová: No digas, soy niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.


Entonces el rey envió a Jehudí a que trajese el rollo, y este lo tomó de la cámara del escriba Elisama, y lo leyó Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban.


Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo Jehová: Ve, y profetiza a mi pueblo Israel.


y pusieron su corazón como piedra de diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, grande ira de parte de Jehová de los ejércitos.


Me dijo luego: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.


Y ve y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y les hablarás y les dirás: Así dice el Señor Jehová; ya sea que escuchen, o dejen de escuchar.


Mas cuando yo hable contigo, abriré tu boca, y les dirás: Así dice el Señor Jehová: El que oye, que oiga; y el que no quiera oír, que no oiga; porque son una casa rebelde.


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