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Eclesiastés 6:12 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién podrá enseñar al hombre lo qué será después de él debajo del sol?

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 En la brevedad de nuestra vida sin sentido, ¿quién conoce cómo pasar mejor nuestros días? Nuestra vida es como una sombra. ¿Quién sabe lo que sucederá en este mundo después de la muerte?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 ¿Quién sabe cómo debería vivir el hombre durante sus días contados y frágiles que pasan como sombra? ¿Quién le revelará al hombre lo que pasará bajo el sol después de él?

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Porque ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre en la vida, todos los días de su vana vida? Los pasará como una sombra, pues ¿quién anunciará al hombre lo que sucederá después de él debajo del sol?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 ¿Quién sabe lo que es bueno para el hombre durante la vida, durante los días de su vana vida, por la que pasa como una sombra? ¿Quién indicará al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?

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Eclesiastés 6:12
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.


Así que he visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse en sus obras; porque esta es su porción; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?


Que sale como una flor y es cortado; y huye como la sombra, y no permanece.


El hombre es semejante a la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa.


Y que el impío no tendrá bien, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme ante la presencia de Dios.


Porque no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?


(porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.)


Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días cual sombra sobre la tierra, y nadie permanece.


El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.


También su amor, su odio y su envidia, fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.


Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.


Me voy como la sombra cuando declina; soy sacudido como langosta.


Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.


En cuanto a mí, yo en justicia veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.


Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.


Sus hijos alcanzan honor, y él no lo sabe; o son humillados, y no entiende de ellos.


Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y ¿qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y caminar humildemente con tu Dios.


Acuérdate de cuán breve es mi tiempo: ¿Por qué habrás creado en vano a todos los hijos del hombre?


Él nos elegirá nuestras heredades; la hermosura de Jacob, al cual amó. (Selah)


Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte.


No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.


Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?


Todo lo he visto en los días de mi vanidad. Hay justo que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.


Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días de la vida de tu vanidad, que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.


El necio multiplica las palabras; el hombre no sabe lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?


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