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Deuteronomio 21:22 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Y si alguno hubiere cometido algún pecado digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis de un madero,

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Biblia Reina Valera 1960

22 Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »Si alguien cometió un delito digno de muerte, y por eso lo ejecutan y luego lo cuelgan en un madero,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Si un hombre, culpable de algún delito que merece la muerte, ha sido ajusticiado y colgado de un árbol,

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Cuando algún hombre haya incurrido en sentencia de muerte, y en efecto haya muerto, y lo cuelgas en un árbol,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Si un hombre ha cometido un delito digno de muerte y ha de ser ajusticiado, le colgarás de un árbol;

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Deuteronomio 21:22
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Y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna de muerte ni de prisión, hace este hombre.


y hallé que le acusaban de cuestiones de la ley de ellos, pero que ninguna acusación tenía digna de muerte o de prisión.


Y cuando llegaron al lugar que es llamado El Calvario, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.


¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Culpable es de muerte!


y a la doncella no harás nada; no hay en la doncella pecado digno de muerte; porque como cuando un hombre se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso.


Porque si algún agravio, o alguna cosa digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que estos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo.


Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron a ser culpable de muerte.


y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el collado delante de Jehová; y cayeron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en el tiempo de la siega, en los primeros días, en el principio de la siega de las cebadas.


dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré.


Entonces David dio orden a sus jóvenes, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque, en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.


Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera.


Y después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde.


Mas al rey de Hai colgó de un madero hasta la tarde; y cuando el sol se puso, mandó Josué que quitasen del madero su cuerpo, y lo echasen a la puerta de la ciudad; y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy.


no sea que el vengador de la sangre vaya tras el homicida, cuando se enardeciere su corazón, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte; por cuanto no tenía enemistad con su prójimo previamente.


pero yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y como él mismo apeló a Augusto, he determinado enviarle a él.


Y Jehová dijo a Moisés: Toma todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol; y la ira del furor de Jehová se apartará de Israel.


Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido: y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, que permanecen hasta hoy.


Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.


Y Rispa, hija de Aja, tomó una tela de cilicio, y la tendió sobre una roca, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó que ninguna ave del cielo se posase sobre ellos de día, ni fieras del campo de noche.


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