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Deuteronomio 17:16 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Pero que no se aumente caballos, ni haga volver el pueblo a Egipto para acrecentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No procuraréis volver más por este camino.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 »El rey no deberá construir grandes establos para sí ni enviar a su gente a Egipto para comprar caballos, porque el Señor te ha dicho: “Nunca vuelvas a Egipto”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Que tu rey no tenga muchos caballos, no sea que traiga de vuelta a Egipto a su pueblo con el fin de tener más caballos. Pues Yavé te ordenó que no volvieras jamás por aquel camino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Sólo que él no debe aumentar para sí caballos,° ni haga volver al pueblo a Egipto para multiplicar caballos, porque YHVH os ha dicho: No volveréis nunca por ese camino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Pero no ha de tener muchos caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto para aumentar su caballería, porque Yahveh os ha dicho: 'No volveréis jamás por ese camino'.

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Deuteronomio 17:16
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero se rebeló contra él enviando sus embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que hace tales cosas? ¿Podrá romper el pacto y escapar?


Y Jehová te hará volver a Egipto en navíos, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos como esclavos y como esclavas, y no habrá quien os compre.


No volverá a la tierra de Egipto, sino que el asirio será su rey, porque no se quisieron convertir.


Algunos confían en carros, y otros en caballos; pero nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.


Y Salomón tenía cuarenta mil establos de caballos para sus carros, y doce mil jinetes.


Y sucedió que cuando Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: No sea que cuando el pueblo viere la guerra, se arrepienta y se vuelva a Egipto:


Entonces Adonías, hijo de Haguit, se enalteció, diciendo: Yo seré rey. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.


Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación de Jehová, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis.


No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Vosotros sois nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.


Y les tomó David mil carros y setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.


Dijo, pues: Este será el proceder del rey que hubiere de reinar sobre vosotros: Tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran delante de sus carros;


Tuvo también Salomón cuatro mil caballerizas para los caballos y carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.


Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.


Y Salomón tenía caballos y lienzos finos traídos de Egipto; pues los mercaderes del rey adquirían los lienzos finos por precio.


Su tierra está llena de plata y de oro y sus tesoros no tienen fin. También su tierra está llena de caballos, y sus carros son innumerables.


Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No entréis en Egipto; sabed por cierto que os advierto hoy.


Y acontecerá en aquel día, dice Jehová, que exterminaré tus caballos de en medio de ti, y destruiré tus carros.


Manda, pues, ahora que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con tus siervos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios.


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