Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Deuteronomio 15:9 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle: que él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te imputará a pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No seas mezquino ni le niegues un préstamo a alguien por el hecho de que se acerca el año para anular las deudas. Si te niegas a dar el préstamo, y la persona con necesidad clama al Señor, serás culpable de pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No te dejes llevar por consideraciones indignas como de ser ésta: 'Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión', y mires entonces con malos ojos a tu hermano pobre y no le prestes nada. No sea que llame contra ti a Yavé y cargues tú con un pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Guárdate que no haya en tu corazón alguna intención maligna, y te digas: Se acerca el año séptimo, año de remisión. Y mires con malos ojos a tu hermano pobre para no darle, y clame contra ti a YHVH, y sea en ti pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Guárdate de que surjan en tu corazón estos designios rastreros: 'Se acerca el año séptimo, el año de la remisión', y mires con malos ojos a tu hermano pobre y no le des nada, no sea que él clame contra ti a Yahveh y cargues con un pecado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Deuteronomio 15:9
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.


¿No me es lícito hacer con lo mío lo que quiero? ¿O es malo tu ojo porque yo soy bueno?


Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí el Juez está a la puerta.


Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.


Que si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor;


He aquí, clama el jornal de los obreros que han segado vuestros campos, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.


Porque del corazón salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.


El hombre de mal ojo se apresura a ser rico; y no sabe que le vendrá pobreza.


No comas pan de hombre de mal ojo, ni codicies sus manjares:


haciendo venir delante de Él el clamor del pobre, y que oiga el clamor de los afligidos.


Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues conozco sus angustias;


Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.


Así que, al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.


¿Pensáis que la Escritura dice en vano: El espíritu que mora en nosotros, codicia para envidia?


El pensamiento del necio es pecado; y abominación a los hombres el escarnecedor.


El que cierra su oído al clamor del pobre; también él clamará, y no será oído.


Con toda diligencia guarda tu corazón; porque de él mana la vida.


Cuando demanda la sangre, se acuerda de ellos; no se olvida del clamor de los humildes.


Al final de cada siete años harás remisión.


Por la opresión del pobre, por el gemido del necesitado, ahora me levantaré, dice Jehová; le pondré a salvo del que hace alarde contra él.


No pondré delante de mis ojos cosa inicua; aborrezco la obra de los que se desvían; no se acercarán a mí.


A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.


Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,


Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia del pobre, es bienaventurado.


Al cabo de siete años dejará ir cada uno a su hermano hebreo que te fuere vendido; y cuando te haya servido seis años, lo enviarás libre de ti; pero vuestros padres no me escucharon, ni inclinaron su oído.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម