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Deuteronomio 10:16 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Circuncidad pues el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Así que cambia la actitud de tu corazón y deja de ser terco.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Ustedes, pues, necesitan otra circuncisión, que es la del corazón, para que ya no le presenten una frente desafiante.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Circuncidad, pues, vuestros corazones y no endurezcáis más vuestra cerviz.

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Deuteronomio 10:16
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Circuncidaos para Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.


Y Jehová tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.


yo también habré andado en contra de ellos, y los habré metido en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado;


En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo.


Por tanto, sabe que no por tu justicia Jehová tu Dios te da esta buena tierra para poseerla; que pueblo duro de cerviz eres tú.


Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permanecerán en medio de ti los pensamientos vanos?


Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes contra Jehová; ¿y cuánto más después que yo haya muerto?


Y me habló Jehová, diciendo: He visto ese pueblo, y he aquí, que es pueblo duro de cerviz.


Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.


De traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario, y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre; y de quebrantar mi pacto con todas vuestras abominaciones.


No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual Él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de vosotros.


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