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Daniel 8:3 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos; y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro; y el más alto subió a la postre.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Cuando levanté los ojos, vi un carnero con dos cuernos largos, de pie junto al río. Uno de los cuernos era más largo que el otro, a pesar de que le había crecido después.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Al levantar los ojos vi a un carnero con dos cuernos que estaba de pie frente al torrente. Los dos cuernos eran grandes pero uno sobrepasaba al otro, y el más grande fue el último en despuntar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Alcé la vista, y he aquí un carnero en pie frente al río; tenía dos cuernos, y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y el más alto había crecido después que el otro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Alcé los ojos, miré, y he aquí que había un carnero delante del río. Tenía dos cuernos. Los dos eran altos; pero uno más que el otro; el más alto había despuntado el último.

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Daniel 8:3
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Aquel carnero que viste, que tenía dos cuernos, son los reyes de Media y de Persia.


y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz:


Y me volví, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montañas; y aquellas montañas eran montañas de bronce.


Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.


Y salió aquel Ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale.


Y me volví, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un rollo que volaba.


Alcé otra vez mis ojos, y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.


Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.


Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso a un lado, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, traga mucha carne.


Y este Daniel fue prosperado durante el reinado de Darío, y durante el reinado de Ciro, el persa.


Y Darío de Media tomó el reino cuando tenía sesenta y dos años.


Y después de ti se levantará otro reino menor que tú; y otro tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.


Limpiad las saetas, tomad los escudos; Jehová ha despertado el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es de Jehová, venganza de su templo.


que dice de Ciro: Él es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero; y dice a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serán echados tus cimientos.


Visión dura me ha sido mostrada. El prevaricador prevarica, y el destructor destruye. Sube, oh Elam; sitia, oh Media. Todo su gemido hice cesar.


He aquí que yo levanto contra ellos a los medos, que no se ocuparán de la plata, ni codiciarán el oro.


en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,


Y contrataron consejeros contra ellos para frustrar su propósito, todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, y hasta el reinado de Darío, rey de Persia.


Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.


Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.


Y sucedió que cuando Josué estaba cerca de Jericó, alzó sus ojos y miró, y he aquí, un varón estaba delante de él con su espada desenvainada en su mano. Y Josué fue hacia Él y le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?


Y alzando Balaam sus ojos, vio a Israel acampado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.


Y miré; y, he aquí, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.


Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón.


Vi en visión, y sucedió cuando la vi, que yo estaba en Susán, que es cabecera del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.


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