Daniel 4:14 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)14 Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle su follaje y desparramad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 196014 Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. សូមមើលជំពូកBiblia Nueva Traducción Viviente14 El mensajero gritó: ‘¡Talen el árbol y córtenle las ramas! ¡Sacúdanle las hojas y desparramen su fruta! Espanten los animales salvajes que están bajo su sombra y las aves que están en sus ramas. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)14 Tal es el juicio pronunciado por los ángeles, tal es la decisión de los Santos; así sabrá todo ser viviente que el Altísimo es el dueño de las realezas humanas. El exalta si quiere al más humilde de los hombres. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion14 y clamando a gran voz, dijo así: ¡Cortad el árbol y quitadle sus ramas, sacudid su follaje y derramad su fruto, y váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas! សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 197514 Por decreto de los vigilantes es esta sentencia, por orden de los santos es esta decisión, para que sepan todos los vivientes que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres; lo da a quien le place y eleva al más humilde de los hombres.' សូមមើលជំពូក |
Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo, y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos;
Y fue echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fue hecho como el de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue bañado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios señorea en el reino de los hombres, y que pone sobre él a quien le place.