Cantares 4:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; mil escudos están colgados en ella, todos escudos de hombres valientes.

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Biblia Reina Valera 1960

⁴ Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de valientes.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tu cuello es tan hermoso como la torre de David, adornado con los escudos de mil héroes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Tu cuello es como la torre de David, levantada para dominar; de ella cuelgan mil escudos, todos escudos de valientes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Tu cuello, como la torre de David, Construida con roquetas, De donde penden mil escudos, Todos paveses° de valientes.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Tu garganta, la torre de David, construida para trofeos: mil broqueles cuelgan de ella; todos, escudos de valientes.

Cantares 4:4 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Cantares 7:4

Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco.

1 Pedro 1:5

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está lista para ser manifestada en el tiempo postrero.

Nehemías 3:19

Y junto a él restauró Ezer, hijo de Jesúa, príncipe de Mizpa, la otra medida frente a la subida de la armería de la esquina.

Colosenses 2:19

y no asiéndose de la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.

Cantares 1:10

Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares.

2 Samuel 22:51

Él es la torre de salvación para su rey, y hace misericordia a su ungido, a David, y a su simiente, para siempre.

2 Samuel 1:21

Montes de Gilboa, ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas; porque allí fue desechado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.

Salmos 144:12

Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como piedras angulares, labradas como las de un palacio;

Cantares 7:5

Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores.

Cantares 8:10

Yo soy muro, y mis pechos como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz.

Miqueas 4:8

Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá el señorío primero; el reino vendrá a la hija de Jerusalén.