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Apocalipsis 2:13 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está la silla de Satanás; y retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas fue mi fiel mártir, el cual fue muerto entre vosotros, donde Satanás mora.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 »Yo sé que vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono; sin embargo, has permanecido leal a mi nombre. Te rehusaste a negarme aun cuando mi fiel testigo, Antipas, murió como mártir en medio de ustedes, allí en la ciudad de Satanás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Sé dónde vives, y ahí está el trono de Satanás. Pero te aferras firmemente a mi Nombre y no has renegado de tu fe ni siquiera cuando mataron a Antipas, mi fiel testigo, ahí donde vives, en esa tierra de Satanás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Sé° dónde moras: donde está el trono de Satanás. No obstante,° retienes mi nombre, y no negaste mi fe,° ni aun en los días de Antipas,° mi testigo fiel, el cual fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 'Conozco dónde moras: allí donde está el trono de Satanás. Mantienes firme mi nombre y no has negado mi fe, ni en los días de Antipas, mi testigo, mi fiel, que fue muerto entre vosotros, ahí donde mora Satanás.

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Apocalipsis 2:13
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.


He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.


Si sufrimos, también reinaremos con Él; si lo negáremos, Él también nos negará:


y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu mártir, yo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.


Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.


Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velares, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.


Yo conozco tus obras, y tu trabajo, y tu paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos;


Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;


Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en fe y amor que es en Cristo Jesús.


Entonces os entregarán para ser atribulados, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre.


¿No blasfeman ellos el buen nombre por el cual sois llamados?


pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.


y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.


Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.


Y cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo: No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, sin que haya venido el Hijo del Hombre.


Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás.


y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su propia sangre,


Y daré potestad a mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.


Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.


Y la bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.


Y vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé maravillado con gran asombro.


Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con Él son llamados, y elegidos, y fieles.


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