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Apocalipsis 15:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios se han manifestado.

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Biblia Reina Valera 1960

4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 ¿Quién no te temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Pues solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus obras de justicia han sido reveladas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 ¿Quién no dará honor y gloria a tu Nombre, oh Señor? Tú solo eres santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti, porque tus fallos se han dado a conocer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?° Porque sólo Tú° eres santo; Por lo cual todas las naciones vendrán y adorarán° delante de ti, Porque tus justas acciones se han hecho manifiestas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 ¿Quién no temerá, Señor, y no glorificará tu nombre? Porque sólo tú eres santo, porque todos los pueblos vendrán y se postrarán ante ti, porque tus justos designios han quedado manifiestos'.

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Apocalipsis 15:4
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Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, oh Señor; y glorificarán tu nombre.


Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, será grande mi nombre entre los gentiles; y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre, y ofrenda limpia; porque mi nombre será grande entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.


¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti corresponde; porque entre todos los sabios de las naciones, y en todos sus reinos, no hay nadie como tú.


Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra; y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones.


Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás.


diciendo en alta voz: Temed a Dios y dadle gloria; porque la hora de su juicio ha venido; y adorad a Aquél que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de las aguas.


Y sucederá que todos los que quedaren de las naciones que vinieron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los tabernáculos.


Por esto te glorificará el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes terribles.


Por mí mismo he jurado, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada. Que ante mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.


Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.


porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.


Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.


Y oí a otro que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.


Porque sus juicios son justos y verdaderos; porque Él ha juzgado a la gran ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.


Con mi alma te he deseado en la noche; y con mi espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque cuando tus juicios están en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.


Dios debe ser muy temido en la asamblea de los santos, y ser tenido en reverencia por todos los que están a su alrededor.


y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, y cantaré a tu nombre.


Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.


Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, es Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.


Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y temible es su nombre.


Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?


¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? ¡No moriremos! Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Dios poderoso, lo fundaste para castigar.


Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, dice estas cosas:


Él es Jehová nuestro Dios; en toda la tierra están sus juicios.


Exaltad a Jehová nuestro Dios, y adorad en su santo monte; porque Jehová nuestro Dios es santo.


Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.


No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como nuestro Dios.


Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se convertirá a ti la multitud del mar, y las fuerzas de los gentiles vendrán a ti.


Oh Jehová, fuerza mía y fortaleza mía; y refugio mío en el día de la aflicción, a ti vendrán los gentiles desde los confines de la tierra, y dirán: Ciertamente nuestros padres heredaron mentira y vanidad, y cosas en las que no hay provecho.


Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en el lugar alto y santo, y con el que es de espíritu humilde y contrito, para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.


Por tanto, glorificad a Jehová en el fuego; aun en las islas del mar sea nombrado Jehová, el Dios de Israel.


Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos al estrado de sus pies; porque Él es santo.


Oyó Sión, y se alegró; y las hijas de Judá, oh Jehová, se gozaron por tus juicios.


Los que temen a Jehová, alábenlo; glorifíquenlo, simiente toda de Jacob; y temedlo, simiente toda de Israel.


¿No me temeréis? dice Jehová; ¿no temblaréis ante mi presencia, que he puesto la arena por límite del mar por decreto eterno, que no traspasará? Y aunque sus olas se agiten, no prevalecerán; aunque bramen, no lo pasarán.


Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, que eres y que eras, y serás, porque has juzgado así.


Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es la justicia de los santos.


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