Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Apocalipsis 14:13 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, porque descansan de sus trabajos; pero sus obras con ellos continúan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Entonces oí una voz que decía desde el cielo: 'Escribe esto: Felices desde ahora los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: ¡Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor de aquí en adelante! ¡Así sea! dice el Espíritu. Les será dado descanso de sus fatigas, porque sus obras van° con ellos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Y oí una voz del cielo que decía: 'Escribe: 'Dichosos ya desde ahora los que mueren en el Señor'. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Apocalipsis 14:13
41 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos; sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años.


quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él.


Porque el Señor mismo con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.


Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.


Y él me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.


Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.


Y les fueron dadas vestiduras blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.


Estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes con el Señor.


Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: ¡Hecho está!


Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión cantando; y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.


Además, tu siervo es amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.


La justicia irá delante de Él, y nos pondrá en el camino de sus pasos.


Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús.


Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.


Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.


Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando fallareis, os reciban en las moradas eternas.


Y he aquí una voz del cielo que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo contentamiento.


Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.


Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás.


Y cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; y oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.


Escribe al ángel de la iglesia de ÉFESO: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice estas cosas:


Y aunque sea ofrecido sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.


Y Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora este es consolado, y tú atormentado.


que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.


Pero tú sigue hasta el fin. Porque tú te levantarás y reposarás en tu heredad al fin de los días.


Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.


Los pecados de algunos hombres se manifiestan antes que vengan ellos a juicio; mas a otros les vienen después.


Asimismo también las buenas obras de algunos, de antemano son manifiestas; y las que son de otra manera, no pueden ocultarse.


El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.


Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម