Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Apocalipsis 12:10 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido derribado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: «Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía: Por fin ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido. Pues echaron al acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche ante nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ¡Ahora han venido° la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido, porque fue arrojado el acusador de nuestros hermanos,° el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y oí una gran voz en el cielo que decía: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba ante nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Apocalipsis 12:10
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;


Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás.


Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido; y este reino no será dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.


Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poder, y la gloria y la victoria y la majestad; porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres exaltado como cabeza sobre todo.


Y Jesús vino y les habló, diciendo: Todo poder me es dado en el cielo y en la tierra.


Pero extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y te maldecirá en tu cara.


Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?


Y al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones;


Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.


Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.


Jesús le dijo: Tú lo has dicho. Además os digo: Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra de poder, y viniendo en las nubes del cielo.


Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.


Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones.


Mas extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne y verás si no te maldice en tu rostro.


Las ancianas asimismo, sean de un porte santo, no calumniadoras, no dadas a mucho vino, maestras de honestidad;


En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, congregados vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,


Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.


y aclamaban en alta voz, diciendo: Salvación a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero.


Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម