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Amós 4:1 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en la montaña de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los necesitados, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Escúchenme, ustedes, vacas gordas que viven en Samaria, ustedes, mujeres, que oprimen al pobre y aplastan al necesitado y que les gritan siempre a sus esposos: «¡Tráigannos otra bebida!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Escuchen esta palabra, vacas de Basán, damas de los cerros de Samaria: Ustedes oprimen a los débiles, aplastan a los menesterosos, y luego dicen a sus maridos: 'Sírvannos vino para tomar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Oíd esta palabras, oh vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria; Que oprimís a los débiles, que quebrantáis a los pobres, Que dicen a sus señores:° ¡Traed de beber!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Escuchad esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaría, que oprimís a los indigentes, maltratáis a los pobres y decíais a vuestros maridos: '¡Traed acá! ¡Bebamos!'.

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Amós 4:1
49 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Muchos toros me han rodeado; fuertes toros de Basán me han cercado.


¡Ay de los reposados en Sión, y de los confiados en la montaña de Samaria, los que son llamados principales de las naciones, ante quienes acude la casa de Israel!


Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.


Comeréis carne de poderosos, y beberéis la sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes, de toros, engordados todos en Basán.


Y me volví, y consideré todas las opresiones que se hacen debajo del sol; y he aquí, las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y el poder estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.


Y vendré a vosotros a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que privan de su derecho al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.


y echaron suertes sobre mi pueblo, y a los niños dieron por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber.


El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo; al pobre y necesitado hacía violencia, y al extranjero oprimía injustamente


Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.


Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice el Señor Jehová.


Despreciaron en ti al padre y a la madre; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; y despojaron en ti al huérfano y a la viuda.


Me devoró, me desmenuzó Nabucodonosor, rey de Babilonia; me dejó como un vaso vacío, me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera.


Matad todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.


si no oprimís al extranjero, al huérfano, y a la viuda, y no derramáis sangre inocente en este lugar, ni andáis en pos de dioses ajenos para vuestro mal;


Porque así dice Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y levantad baluarte junto a Jerusalén; esta es la ciudad que toda ella ha de ser castigada; toda ella está llena de violencia.


¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, quitar las pesadas cargas, y dejar ir libres a los oprimidos, y que rompáis todo yugo?


¡Ay de los que juntan casa con casa, y añaden heredad a heredad hasta que ya no hay espacio, para habitar solos en medio de la tierra!


Si miras opresión de pobres, y extorsión de derecho y de justicia en una provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto está mirando otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.


Yo sé que Jehová amparará la causa del afligido, y el derecho de los pobres.


Por la opresión del pobre, por el gemido del necesitado, ahora me levantaré, dice Jehová; le pondré a salvo del que hace alarde contra él.


Por cuanto oprimió y desamparó a los pobres, y robó violentamente casas que él no edificó.


Y compró a Semer el monte Samaria por dos talentos de plata, y edificó sobre el monte. Y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de aquel monte.


El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y sólo serás oprimido y quebrantado todos los días.


Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra sobre la hierba, y mugís como toros.


No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de tus extranjeros que están en tu tierra dentro de tus ciudades:


al pobre y necesitado ha oprimido, ha despojado con violencia, no ha restituido la prenda, y ha alzado sus ojos a los ídolos, y ha cometido abominación,


beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.


Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og, rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.


Hacen apartar del camino a los menesterosos; y todos los pobres de la tierra se esconden.


El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.


¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, cuya gloriosa hermosura es flor que se marchita, la cual está sobre la cabeza del valle fértil de los vencidos por el vino!


Venid, dicen, traeré vino, embriaguémonos de licor; y el día de mañana será como este, o mucho más excelente.


Yo buscaré la perdida, y haré volver la descarriada, y vendaré la perniquebrada, y fortaleceré a la enferma. Mas destruiré a la engordada y a la fuerte. Yo las apacentaré con justicia.


Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:


¿Andarán dos juntos, si no están de acuerdo?


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