Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Reyes 4:38 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

38 Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces una gran hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon la olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Eliseo regresó a Gilgal, y había hambre en la tierra. Cierto día, mientras un grupo de profetas estaba sentado frente a él, le dijo a su sirviente: «Pon una olla grande al fuego y prepara un guisado para el resto del grupo».

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Eliseo volvió a Guilgal; había hambruna en la región. Cuando los hermanos profetas estaban sentados a su lado, dijo a su sirviente: 'Toma la olla grande y prepara un caldo para los hermanos profetas'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

38 Y Eliseo volvió a Gilgal. Había entonces hambre en la tierra, y los hijos de los profetas se sentaron delante de él, y dijo a su siervo: Prepara la olla grande y guisa un potaje para los hijos de los profetas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Volvió Eliseo a Guilgal. Había entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Reyes 4:38
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo él había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde pudieres; porque Jehová ha llamado al hambre, la cual también vendrá sobre la tierra por siete años.


Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Betel, le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.


Y aconteció que cuando Jehová quiso alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.


Yo de cierto soy hombre judío, nacido en Tarso, ciudad de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado a los pies de Gamaliel, enseñado según la perfecta manera de la ley de los padres, siendo celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.


Y esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.


Cuando yo os quebrante el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.


Y después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos y visitemos a nuestros hermanos en todas las ciudades en que hemos predicado la palabra del Señor, para ver cómo están.


cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.


Y cuando llegaron a tierra, vieron brasas puestas, y un pez sobre ellas, y pan.


Entonces Jesús les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.


Y Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar alimentos para toda esta multitud.


Y aquel hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiese estar con Él; mas Jesús le despidió, diciendo:


Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús; vestido, y en su juicio cabal, y tuvieron miedo.


Pero en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, en que hubo una gran hambre en toda la tierra;


Respondiendo Él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?


Y pronuncia una parábola a la casa rebelde, y diles: Así dice el Señor Jehová: Pon una olla, ponla, y echa también agua en ella;


Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, entonces yo extenderé mi mano sobre ella y le quebrantaré el sustento de pan y enviaré en ella hambre, y cortaré de ella hombres y bestias;


Bienaventurado el hombre que me oye, velando a mis puertas cada día, aguardando a los umbrales de mis puertas.


Y hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por Saúl, y por aquella casa de sangre; porque mató a los gabaonitas.


Y envió Saúl mensajeros que trajesen a David, los cuales vieron una compañía de profetas que profetizaban, y a Samuel que estaba allí y los presidía. Y vino el Espíritu de Dios sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.


Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.


Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,


Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una viña silvestre, y tomó de ella su manto lleno de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabían lo que era.


Los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; esta será la caldera, y nosotros la carne.


Por tanto, así dice el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella.


Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino que era boyero y recogía higos silvestres.


Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová, el Dios de Israel, delante del cual estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.


Una mujer, de las esposas de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.


Recogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para alimentarse.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម