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2 Reyes 23:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Y el rey ordenó a Hilcías, el sumo sacerdote, y a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo de Jehová todos los vasos que se habían hecho para Baal, para Asera, y para todo el ejército del cielo; y los quemó fuera de Jerusalén en los campos de Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Betel.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de Jerusalén en el campo del Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Seguidamente el rey dio instrucciones al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo rango y a los porteros del templo para que quitaran del templo del Señor todos los objetos que se usaban para rendir culto a Baal, a Asera y a todos los poderes de los cielos. El rey hizo quemar todas estas cosas fuera de Jerusalén, en las terrazas del valle de Cedrón, y llevó las cenizas a Betel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El rey ordenó al sumo sacerdote Helquías, al sacerdote que lo seguía en jerarquía y a los guardias de la puerta que echaran fuera de la casa de Yavé todos los objetos que habían sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos. Mandó quemarlos fuera de Jerusalén en una hogueraa en el Cedrón y las cenizas las llevaron a Betel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y el rey ordenó al sumo sacerdote Hilcías, y a los sacerdotes de segundo orden,° y a los guardianes de la entrada, que sacaran del Santuario de YHVH todos los utensilios hechos para Baal, y para Asera, y para todo el ejército de los cielos, y los quemó fuera de Jerusalem, en los campos del Cedrón, y llevó sus cenizas a Bet-’El.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 El rey dio orden al sumo sacerdote Jilquías, a los sacerdotes de segundo orden y a los guardianes de la puerta de que sacaran del santuario de Yahveh todos los enseres fabricados para el culto de Baal, de la aserá y de todo el ejército del cielo. Los quemó fuera de Jerusalén, en los campos del Cedrón, y llevó las cenizas a Betel.

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2 Reyes 23:4
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y puso una imagen tallada de Asera que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel:


Porque él volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab, rey de Israel; y adoró a todo el ejército del cielo, y los sirvió.


Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los Baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército del cielo y les sirvió.


Tomó entonces el capitán de la guardia a Seraías, el primer sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote y a los tres guardas de la puerta;


Cuando Jesús hubo dicho estas palabras, salió con sus discípulos al otro lado del arroyo de Cedrón, donde había un huerto, en el cual Él entró, y sus discípulos.


Y venida la mañana, todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron consejo contra Jesús para entregarle a muerte.


Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo, se reunieron en el palacio del sumo sacerdote llamado Caifás,


Id a Betel, y prevaricad; en Gilgal aumentad la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres años.


Si te prostituyes tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Betaven; ni juréis: Vive Jehová.


Y el capitán de la guardia tomó a Seraías, el principal sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote, y a los tres guardas de la puerta.


¿Seguiréis hurtando, matando, adulterando, jurando falsamente, y quemando incienso a Baal, y andando tras dioses ajenos que no conocisteis?


De esta manera, pues, será expiada la iniquidad de Jacob; y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando Él haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y ya no sean levantadas las estatuas de Asera, ni las imágenes del sol.


Además de esto puso una imagen tallada, el ídolo que había hecho, en la casa de Dios, de la cual Dios había dicho a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre;


Igualmente el altar que estaba en Betel, y el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, aquel altar y el lugar alto destruyó; y quemó el lugar alto, y lo hizo polvo y quemó la imagen de Asera.


Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que los guardianes de la puerta han recogido del pueblo,


Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, e hicieron una imagen de Asera, y adoraron a todo el ejército del cielo, y sirvieron a Baal.


Pero yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.


Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.


Y ellos tomaron el buey que les fue dado, y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.


Envía, pues, ahora y reúneme a todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.


Y sucedió que como si fuera ligera cosa el andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, fue y tomó por esposa a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal y lo adoró.


Y el uno lo puso en Betel, y el otro lo puso en Dan.


Y todo el país lloró en alta voz; pasó luego toda la gente el torrente de Cedrón; asimismo pasó el rey, y todo el pueblo pasó, al camino que va al desierto.


Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.


Y edificó altares para todo el ejército del cielo en los dos atrios de la casa de Jehová.


Derribó además el rey los altares que estaban sobre el aposento alto de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa de Jehová; y de allí corrió y arrojó el polvo en el torrente de Cedrón.


Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que estos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi santuario? Mas vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.


Y también privó a su madre Maaca de ser reina, porque había hecho un ídolo de Asera. Y Asa destruyó el ídolo y lo quemó junto al torrente de Cedrón.


Y sacaron las estatuas de la casa de Baal y las quemaron.


Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el escriba del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en la casa de Jehová, y lo guardaban.


Y aun en cuanto a Maaca, madre del rey Asa, él mismo la quitó de ser reina, porque ella había hecho una imagen de Asera; y Asa deshizo la imagen y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.


Y extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los moradores de Jerusalén, y exterminaré de este lugar el remanente de Baal, y el nombre de los ministros idólatras junto con los sacerdotes;


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