Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Reyes 20:5 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Vuelve, y di a Ezequías, el capitán de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo del Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Vuelve y di a Ezequías, el jefe de mi pueblo. Esto dice Yavé, el Dios de David, tu padre: Oí tu plegaria y vi tus lágrimas. Voy a sanarte, dentro de tres días subirás a la casa de Yavé.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice YHVH, el Dios de David tu padre: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí Yo te sano; al tercer día subirás a la Casa de YHVH.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 'Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: así habla Yahveh, Dios de David, tu antepasado: 'He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy, pues, a curarte, de suerte que dentro de tres días podrás subir al templo de Yahveh.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Reyes 20:5
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás para que sea capitán sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; pues yo he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado hasta mí.


Ve, y di a Ezequías: Jehová, el Dios de David tu padre, dice así: He oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.


Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor: no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy para contigo, y advenedizo, como todos mis padres.


Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Así dice Jehová, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he oído.


Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.


Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.


Mis andanzas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?


porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.


Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, no sea que te venga alguna cosa peor.


Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.


Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.


y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.


Tomando entonces Samuel un frasco de aceite, lo derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová para que seas capitán sobre su heredad?


Porque le era preciso a Aquél por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten, habiendo de llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar por aflicciones al autor de la salvación de ellos.


Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.


Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.


También había dicho Ezequías: ¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová?


Y aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras quien sacaba y metía a Israel. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás capitán sobre Israel.


Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.


A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, de las imágenes de Asera, de las esculturas y de las imágenes de fundición.


Y he aquí Dios está con nosotros por capitán, y sus sacerdotes con las trompetas del júbilo para tocar alarma contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová, el Dios de vuestros padres, porque no os irá bien.


Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro publicano.


Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu súplica, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.


Y aconteció que antes que Isaías saliera hasta la mitad del patio, vino a él la palabra de Jehová, diciendo:


Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.


Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues conozco sus angustias;


El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.


y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrían a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestiduras, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.


Sean avergonzados y muy aterrados todos mis enemigos; que se vuelvan y súbitamente sean avergonzados.


Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.


Mis enemigos serán vueltos atrás cuando yo a ti clamare; esto yo lo sé, porque Dios está de mi lado.


Iniquidades prevalecen contra mí; mas tú perdonarás nuestras transgresiones.


Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos.


Y Jehová herirá a Egipto, herirá y sanará. Y ellos se convertirán a Jehová y Él les será clemente y los sanará.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម