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2 Crónicas 30:18 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 La mayoría de los que habían venido de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón no se habían purificado. Sin embargo, se les permitió comer la cena de Pascua aunque estuviera en contra de las exigencias de la ley, porque Ezequías oró por ellos diciendo: «Que el Señor, quien es bueno, perdone a los

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pues una gran parte del pueblo, muchos de Efraím, de Manasés, de Isacar, y de Zabulón, no se habían purificado y con todo comieron la Pascua sin observar lo escrito. Pero Ezequías rezó por ellos diciendo: 'Que Yavé que es bueno perdone'

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque gran parte del pueblo, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado, y comieron la Pascua sin ajustarse a lo que estaba escrito.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Mucha gente de Efraín, de Manasés, de Isacar y de Zabulón no se había purificado y, sin embargo, comieron la Pascua sin ajustarse a lo prescrito. Pero Ezequías oró por ellos diciendo: 'Yahveh, que es bueno, perdone

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2 Crónicas 30:18
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.


Oh Señor escucha; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y haz; no pongas dilación, por amor a ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.


Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.


Bueno y recto es Jehová; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino.


Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y los levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los extranjeros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.


Con todo eso, algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón, se humillaron y vinieron a Jerusalén.


Pero el hombre que fuere inmundo, y no se purificare, esa alma será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová: el agua de separación no fue rociada sobre él, es inmundo.


Ahora, pues, devuélvele su esposa a este hombre; porque él es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si tú no la devolvieres, sabe que de cierto morirás, con todo lo que fuere tuyo.


Si alguno ve a su hermano cometer pecado no de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; digo a los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.


Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.


Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.


Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su esposa, y a sus siervas, y tuvieron hijos.


Tu misericordia, oh Jehová está en los cielos; y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.


Los cuales vinieron a Hilcías, el sumo sacerdote, y entregaron el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín, y volvieron a Jerusalén.


Y cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.


y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo señalado entre los hijos de Israel?


En esto perdone Jehová a tu siervo; que cuando mi señor entrare en el templo de Rimón, y para adorar en él se apoyare sobre mi mano, si yo también me inclinare en el templo de Rimón, si en el templo de Rimón me inclino, Jehová perdone en esto a tu siervo.


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