2 Crónicas 2:3 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)3 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí una casa donde morar. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 19603 Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase. សូមមើលជំពូកBiblia Nueva Traducción Viviente3 Salomón también le envió el siguiente mensaje al rey Hiram de Tiro: «Envíame troncos de cedro como lo hiciste con mi padre David, cuando construía su palacio. សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)3 Te hago saber que voy a edificar una Casa al nombre de Yavé, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, lunas nuevas, solemnidades de Yavé, nuestro Dios, como se hace siempre en Israel. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion3 Y Salomón envió a decir a Huram° rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa para habitar. សូមមើលជំពូកBiblia Serafín de Ausejo 19753 Yo voy a construir un templo al nombre de Yahveh, mi Dios, para consagrárselo a él, para quemar incienso aromático ante él, para presentar continuamente ante él los panes de la presencia y para ofrecerle holocaustos diarios, mañana y tarde, y en los sábados, en los novilunios y en las solemnidades de Yahveh, nuestro Dios; y esto se hará para siempre en Israel. សូមមើលជំពូក |
Y cuando hubieron terminado, trajeron el resto del dinero delante del rey y de Joiada, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
Echamos también las suertes, los sacerdotes, los levitas, y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada un año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley.