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2 Corintios 3:7 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y si el ministerio de muerte escrito y grabado en piedras fue glorioso, tanto que los hijos de Israel no podían fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su parecer, la cual había de fenecer,

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 El camino antiguo, con leyes grabadas en piedra, conducía a la muerte, aunque comenzó con tanta gloria que el pueblo de Israel no podía mirar la cara de Moisés. Pues su rostro brillaba con la gloria de Dios, aun cuando el brillo ya estaba desvaneciéndose.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Cuando se dieron leyes grabadas en tablas de piedra, ese ministerio fue rodeado de gloria, a pesar de que no traía más que sentencias de muerte; eso no obstante, los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro° (la cual se desvanece),°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Si aquel ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, fue tan glorioso que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor -aunque pasajero- de su rostro,

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2 Corintios 3:7
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mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.


Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.


el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.


siendo manifiesto que sois carta de Cristo ministrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.


Y Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.


Porque la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.


MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.


Y el mandamiento que era para vida, yo encontré que era para muerte.


Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.


He deseado tu salvación, oh Jehová; y tu ley es mi delicia.


Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.


Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios;


Y Él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, los diez mandamientos; y los escribió en dos tablas de piedra.


Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.


Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.


Y Jehová Dios hizo a Adán y a su esposa túnicas de pieles, y los vistió.


el cual tenía el incensario de oro, y el arca del pacto cubierta de todas partes alrededor de oro; en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;


Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos:


Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de vosotros?


Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la densa oscuridad, a gran voz: y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.


Y la ley entró para que el pecado abundase; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;


Porque cuando estábamos en la carne, la influencia del pecado, que era por la ley, obraba en nuestros miembros llevando fruto para muerte;


¿cómo no será más glorioso el ministerio del Espíritu?


Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.


¿Es entonces la ley contraria a las promesas de Dios? ¡En ninguna manera! Porque si se hubiera dado una ley que pudiera dar vida, la justicia verdaderamente habría sido por la ley.


Porque de tanto mayor gloria que Moisés Éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la edificó.


Porque no os habéis acercado al monte que se podía tocar, que ardía con fuego, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,


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