2 Corintios 3:17 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁷ Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ El Señor es el Espíritu; y donde hay Espíritu del Señor, hay libertad.

2 Corintios 3:17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Gálatas 5:13

Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino por amor servíos los unos a los otros.

Gálatas 4:6

Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.

Juan 8:32

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Gálatas 5:1

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres; y no os sujetéis de nuevo al yugo de esclavitud.

2 Timoteo 1:7

Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.

Juan 6:63

El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os hablo son espíritu y son vida.

Salmos 51:12

Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.

2 Corintios 3:6

el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

1 Corintios 15:45

Y así está escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán, un espíritu vivificante.

2 Corintios 3:18

Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.