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1 Tesalonicenses 5:6 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Así que manténganse en guardia, no dormidos como los demás. Estén alerta y lúcidos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 No durmamos,° pues, como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 No durmamos pues, como los demás, sino permanezcamos vigilantes y sobrios.

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1 Tesalonicenses 5:6
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Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, esperad por completo en la gracia que se os traerá en la manifestación de Jesucristo.


Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.


y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad que no entréis en tentación.


Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;


He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.


enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a las concupiscencias mundanas, vivamos en este presente mundo, sobria, justa y piadosamente.


Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.


Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.


Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.


Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, esforzaos.


Asimismo también, que las mujeres se adornen con atavío decoroso, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos;


La pereza hace caer en profundo sueño; y el alma negligente padecerá hambre.


Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;


Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa, vigilante, templado, decoroso, hospedador, apto para enseñar;


Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;


orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;


Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.


Y esto sabed, que si supiese el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.


Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.


Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.


pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue.


Y el maestre de la nave vino a él y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá Dios tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.


Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.


Sus esposas asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.


Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.


Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.


Despertad a justicia, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.


Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.


Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.


Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.


Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.


Sus centinelas son ciegos, todos ellos son ignorantes; todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar; somnolientos, echados, aman el dormir.


Pero será salva engendrando hijos, si permanecieren en fe y caridad y santidad, con modestia.


entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo; en las concupiscencias de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.


Mas no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.


quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él.


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