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1 Tesalonicenses 1:5 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 porque nuestro evangelio llegó a vosotros no sólo en palabra, sino también en poder, y en el Espíritu Santo, y en plena certidumbre; como bien sabéis qué clase de hombres fuimos entre vosotros por amor a vosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad. Y ya saben de nuestra preocupación por ustedes por la forma en que nos comportamos entre ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El Evangelio que les llevamos no se quedó sólo en palabras, sino que hubo milagros y Espíritu Santo, dejándoles plena convicción. Y tampoco han olvidado cómo nos portamos entre ustedes y en atención a ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 porque nuestro evangelio no fue a vosotros sólo en palabra, sino también en poder, y con Espíritu Santo, y con gran certidumbre; como sabéis cuáles° fuimos con vosotros por amor de vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 porque nuestro evangelio no llegó a vosotros sólo con palabras, sino, además, con poder, con el Espíritu Santo y con profunda convicción. Como muy bien sabéis, ésa fue nuestra actuación entre vosotros, para bien vuestro.

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1 Tesalonicenses 1:5
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Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con señales que les seguían. Amén.


Por lo cual nosotros también sin cesar damos gracias a Dios, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino como es en verdad, la palabra de Dios, la cual también obra eficazmente en vosotros los que creéis.


A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales desean mirar los ángeles.


a lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de la plena seguridad del entendimiento; a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo,


Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.


Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, según el poder que opera en nosotros,


Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.


Y la mano del Señor estaba con ellos; y gran número creyó y se convirtió al Señor.


Por tanto, todo lo sufro por amor a los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.


Acuérdate que Jesucristo, de la simiente de David, resucitó de los muertos conforme a mi evangelio;


Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.


Por lo cual, hermanos, procurad tanto más hacer firme vuestro llamamiento y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;


Y deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para la plena certeza de la esperanza:


porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.


Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.


Mas nosotros por el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia por fe.


Y subí por revelación, y les comuniqué el evangelio que predico entre los gentiles, pero en particular a los que tenían cierta reputación, para no correr, o haber corrido en vano.


el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.


Como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.


¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?


Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.


mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.


en el día en que Dios juzgará por Jesucristo, los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.


Y una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.


Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ahora vosotros veis y oís.


así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.


Tenemos además la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y la estrella de la mañana salga en vuestros corazones;


y no como teniendo señorío sobre la heredad de Dios, sino siendo ejemplos del rebaño.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


Puesto que ya muchos han intentado poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros son ciertísimas,


Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.


Así también ordenó el Señor que los que predican el evangelio, vivan del evangelio.


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