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1 Samuel 28:21 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndole en grande manera turbado, le dijo: He aquí que tu sierva ha obedecido a tu voz, y he puesto mi vida en mi mano, y he oído las palabras que tú me has dicho.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndolo turbado en gran manera, le dijo: He aquí que tu sierva ha obedecido a tu voz, y he arriesgado mi vida, y he oído las palabras que tú me has dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Cuando la mujer lo vio tan deshecho, le dijo: —Señor, obedecí sus órdenes a riesgo de mi vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Al verlo tan abatido, la mujer se acercó a Saúl y le dijo: 'Tu sirvienta te obedeció, arriesgué mi vida por hacer lo que me pedías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y la mujer se acercó a Saúl, y vio que estaba muy agitado y le dijo: He aquí tu sierva ha obedecido tu voz, y puse mi vida en la palma de mi mano, y obedecí las palabras que tú me hablaste.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Acercóse la mujer a Saúl y, al ver que estaba tan conturbado, le dijo: 'Mira que tu sierva ha obedecido tu voz y que he expuesto mi vida por atender las palabras que me dirigiste.

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1 Samuel 28:21
6 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Viendo, pues, que no me defendíais, puse mi vida en la palma de mi mano, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?


¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi mano?


porque él puso su vida en su mano, y mató al filisteo, y Jehová hizo una gran salvación a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste: ¿por qué, pues, pecarás contra sangre inocente, matando a David sin causa?


En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.


Te ruego, pues, que tú también oigas la voz de tu sierva. Pondré yo delante de ti un bocado de pan para que comas, y cobres fuerzas, y sigas tu camino.


Y el corazón del rey de Siria fue turbado por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?


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