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1 Samuel 18:4 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Y Jonatán se quitó el manto que tenía sobre sí, y lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, y su arco, y su talabarte.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Para sellar el pacto quitó su manto y se lo dio a David junto con su túnica, su espada, su arco y su cinturón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David junto con su traje, su espada, su casco y su cinturón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y Jonatán se quitó el manto que vestía y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su talabarte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Jonatán se quitó el manto que llevaba y se lo dio a David y, junto con su vestido, le dio también la espada, el arco y hasta su cinturón.

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1 Samuel 18:4
10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces Faraón quitó el anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y le hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello.


Pero el padre dijo a sus siervos: Traed la mejor vestidura, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies;


En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con ropas de salvación, me cubrió con el manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.


Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.


Y Saúl vistió a David con su armadura, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza.


Y salía David adondequiera que Saúl le enviaba, y se conducía con prudencia, por tanto Saúl lo puso al mando de los hombres de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los criados de Saúl.


Sin la sangre de los muertos, sin la grosura de valientes, el arco de Jonatán nunca volvió atrás, ni la espada de Saúl volvió vacía.


ceñidos de talabartes por sus lomos, y turbantes de colores en sus cabezas, teniendo todos ellos parecer de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de caldeos,


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