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1 Reyes 8:36 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 escucha tú en el cielo, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que deben andar; y da lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

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Biblia Reina Valera 1960

36 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 oye entonces desde el cielo y perdona los pecados de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales a seguir el camino correcto y envía lluvia sobre tu tierra, la tierra que diste a tu pueblo como su preciada posesión.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 escúchalo desde lo alto del cielo y perdona el pecado de tus servidores y de tu pueblo Israel. Tú le indicarás el buen camino por donde deben caminar, tú harás caer la lluvia sobre la tierra que diste como herencia a tu pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 entonces escucha Tú desde los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. Sí, enséñales el buen camino por el que deben andar y dales lluvia sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 escúchalos desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, muéstrales el camino recto por donde deben ir, y envía la lluvia sobre esta tierra tuya, la que diste a tu pueblo por heredad.

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1 Reyes 8:36
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.


En cuanto a mí, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de orar por vosotros; antes bien, yo os enseñaré en el camino bueno y recto.


Así dice Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas cuál es el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero ellos dijeron: No andaremos.


¿Hay entre las vanidades de las naciones quien haga llover? ¿O podrán los cielos dar lluvia? ¿No eres tú, oh Jehová, nuestro Dios? Por tanto, en ti esperaremos; porque tú has hecho todas estas cosas.


Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehová, corriges, y en tu ley lo instruyes;


Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento; y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.


Y sucedió que después de muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la faz de la tierra.


Y le enviaron los discípulos de ellos, con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de ningún hombre, porque no miras la apariencia del hombre.


Y vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos a la montaña de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.


para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde debemos ir, y lo que hemos de hacer.


Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que será para ellos; los errantes, aunque fueren torpes, no se extraviarán.


Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad en él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.


Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado: Hazme saber el camino por el que debo andar, porque a ti elevo mi alma.


HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.


Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad: Consolida mi corazón para que tema tu nombre.


Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; con la cual tú la recreaste, cuando estaba cansada.


Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.


¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que debe escoger.


Bueno y recto es Jehová; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino.


Guíame, oh Jehová, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.


Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el ruido de una grande lluvia.


Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.


Tu congregación ha morado en ella: De tu bondad, oh Dios, has provisto para el pobre.


Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová, vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia moderadamente, y hará descender sobre vosotros la lluvia temprana y la lluvia tardía como al principio.


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