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1 Reyes 20:28 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Acercándose entonces el varón de Dios al rey de Israel, le habló diciendo: Así dice Jehová: Por cuanto los sirios han dicho, Jehová es Dios de las montañas, y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy Jehová.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Vino entonces el varón de Dios al rey de Israel, y le habló diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto los sirios han dicho: Jehová es Dios de los montes, y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Entonces el hombre de Dios fue a ver al rey de Israel y le dijo: «Esto dice el Señor: “Los arameos han dicho: ‘El Señor es un dios de las montañas y no de las llanuras’. Así que derrotaré a este gran ejército por ti. Entonces sabrás que yo soy el Señor”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 En ese momento, un hombre de Dios se acercó al rey de Israel diciéndole: 'Esto dice Yavé: Los arameos afirman que Yavé es un dios de montaña y no un dios de la llanura; por esa razón voy a poner en tus manos a todo ese gran ejército, y ustedes sabrán que yo soy Yavé'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Entonces se acercó el varón de Dios y habló al rey de Israel, y dijo: Así dice YHVH: Por cuanto los sirios han dicho: YHVH es Dios de las montañas y no Dios de los valles, Yo he entregado a esa gran multitud en tu mano, para que reconozcas que Yo soy YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Acercóse entonces un varón de Dios al rey de Israel y le dijo: 'Así habla Yahveh: por haber afirmado los arameos: 'Yahveh es un Dios de las montañas, y no un Dios de las llanuras', voy a entregar en tus manos toda esa gran muchedumbre, para que conozcáis que yo soy Yahveh'.

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1 Reyes 20:28
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Y he aquí un profeta se acercó a Acab, rey de Israel; y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto toda esta gran multitud? He aquí yo la entregaré hoy en tu mano, para que sepas que yo soy Jehová.


Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?


Y haré que de ellos queden pocos en número, de la espada, y del hambre, y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde llegaren; y sabrán que yo soy Jehová.


Porque dirán las naciones: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria entre las naciones, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.


Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.


No lo hago por vosotros, dice el Señor Jehová, sabedlo bien. Avergonzaos y confundíos de vuestros caminos, casa de Israel.


Pero actué por causa de mi nombre, para que este no se infamase a vista de las naciones, delante de cuyos ojos los saqué.


Pero actué por causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos me di a conocer, sacándolos de la tierra de Egipto.


Y sabréis que yo soy Jehová; porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido mis juicios, sino según las costumbres de las gentes que están en vuestros alrededores habéis hecho.


Y extenderé mi mano contra ellos, y desolaré la tierra, sí, la desolaré más que el desierto hacia Diblat, en todas sus habitaciones; y sabrán que yo soy Jehová.


Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, obra por amor a tu nombre; porque muchas son nuestras rebeliones, contra ti hemos pecado.


Y he aquí que un varón de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Betel; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso,


De no haber temido la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano está alzada, Jehová no ha hecho todo esto.


No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni licor; para que supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios.


Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna clase de moscas haya en ella; a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra.


Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque los hijos de Israel de en medio de ellos.


Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto:


Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.


Siete días estuvieron acampados los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y los hijos de Israel mataron de los sirios en un solo día a cien mil hombres de a pie.


¿Quién hay entre todos los dioses de estas tierras, que haya librado su tierra de mi mano, para que Jehová libre de mi mano a Jerusalén?


Y se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear con los sirios; mas ellos huyeron delante de él.


Y sucedió que cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.


Respóndeme, oh Jehová, respóndeme; para que este pueblo sepa que tú, oh Jehová, eres Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.


Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, obra de manos de hombres.


Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)


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