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1 Pedro 1:20 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 ya preordinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros,

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Biblia Reina Valera 1960

20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Dios lo eligió como el rescate por ustedes mucho antes de que comenzara el mundo, pero ahora en estos últimos días él ha sido revelado por el bien de ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Dios pensaba en él desde antes de la creación del mundo, pero no fue revelado sino a ustedes al final de los tiempos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 escogido ciertamente antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los tiempos postreros por amor a vosotros,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 reconocido desde antes de la creación del mundo y manifestado en estos últimos tiempos en atención a vosotros,

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1 Pedro 1:20
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor:


de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.


Y le adorarán todos los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue inmolado desde la fundación del mundo.


en estos postreros días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo;


el misterio que había estado oculto desde los siglos y por generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,


conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús Señor nuestro;


y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo;


Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo la ley,


Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas han sido desde el principio, desde la eternidad.


(porque la vida fue manifestada, y la vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó).


que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, había de reunir todas las cosas en Cristo, así las que están en el cielo, como las que están en la tierra, aun en Él.


Desde la eternidad tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra.


a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios,


Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.


El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.


Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.


Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.


A Éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;


Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.


Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.


Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,


elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.


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