Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





1 Juan 2:24 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca, pues, en vosotros. Si lo que oísteis desde el principio permaneciere en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Por lo tanto, ustedes deben seguir fieles a lo que se les ha enseñado desde el principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio; si permanece en ustedes lo que oyeron desde el comienzo, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Lo que vosotros oísteis desde un principio, permanezca en vosotros. Si lo que oísteis desde un principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que desde el principio habéis oído. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




1 Juan 2:24
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.


En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.


Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.


Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velares, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.


Hermanos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.


Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.


Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.


He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.


La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, en toda sabiduría; enseñándoos y exhortándoos unos a otros con salmos, e himnos, y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor.


En mi corazón he guardado tu palabra, para no pecar contra ti.


mas si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.


Porque somos hechos participantes de Cristo, si retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra confianza;


Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia comunicó conmigo en el asunto de dar y recibir, sino vosotros solos,


Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que está en ti, y de cómo tú andas en la verdad.


por causa de la verdad que mora en nosotros, y estará para siempre con nosotros.


Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que en algún momento las dejemos deslizar.


Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Y Jesús les dijo: El mismo que os he dicho desde el principio.


así como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra;


Compra la verdad y no la vendas; también la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.


Dejad que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.


El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.


Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Él, y Él en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.


Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.


Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម