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1 Juan 2:20 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Pero ustedes no son así, porque el Santo les ha dado su Espíritu, y todos ustedes conocen la verdad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero ustedes tienen esa unción que viene del Santo, por lo que todos tienen ya conocimiento.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Vosotros, en cambio, tenéis unción recibida del Santo, y todos tenéis conocimiento.

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1 Juan 2:20
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.


Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.


El Espíritu del Señor Jehová está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


Los hombres malos no entienden el juicio: Mas los que buscan a Jehová, entienden todas las cosas.


Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.


cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.


Pero cuando el Espíritu de verdad venga, Él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber las cosas que han de venir.


Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.


En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.


Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.


Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida;


El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:


diciendo: ¡Déjanos! ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.


Pero tú exaltarás mi cuerno como el del unicornio; seré ungido con aceite fresco.


Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío: tu verdad cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Israel.


Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.


Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, dice estas cosas:


Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor.


Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado por nadie.


diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.


Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador: A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.


Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.


Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré su iniquidad, y no me acordaré más de su pecado.


Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado el saber los misterios del reino del cielo; mas a ellos no les es dado.


Quiero, pues, recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.


Esta es la porción de la unción de Aarón y la unción de sus hijos, la porción de ellos en las ofrendas encendidas a Jehová, desde el día que él los presentó para ser sacerdotes de Jehová:


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