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Salmos 91:5 - Biblia Reina Valera 1960

5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 No tendrás que temer del terror de la noche, ni de la flecha que vuela por el día

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;

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Salmos 91:5
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.


de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.


No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.


Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.


Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;


Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.


Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros.


Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.


Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?


Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto.


Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; Cada uno su espada sobre su muslo, Por los temores de la noche.


Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten.


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