Salmos 80:18 - Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Entonces jamás volveremos a abandonarte. Revívenos para que podamos invocar tu nombre una vez más.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Ya no nos apartaremos más de ti, nos harás revivir y tu nombre invocaremos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Así no nos apartaremos de ti: ¡Vivifícanos e invocaremos tu Nombre!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Sea tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo de hombre que tú has fortalecido.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁸ Así no nos apartaremos de ti: Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

Salmos 80:18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 119:154

Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra.

Salmos 119:107

Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

Salmos 119:40

He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia. Vau

Salmos 119:25

Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.

Cantares 1:4

Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman.

Salmos 119:37

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.

Salmos 79:13

Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, Te alabaremos para siempre; De generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Salmos 85:6

¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?

Salmos 71:20

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

Salmos 119:156

Muchas son tus misericordias, oh Jehová; Vivifícame conforme a tus juicios.

Esdras 7:6

este Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.

Esdras 7:9

Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios.