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Salmos 64:5 - Biblia Reina Valera 1960

5 Obstinados en su inicuo designio, Tratan de esconder los lazos, Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Se animan unos a otros a hacer el mal y maquinan cómo tender sus trampas en secreto. «¿Quién se dará cuenta?», preguntan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Se animan entre sí para hacer el mal, estudian cómo disimular la trampa y dicen: '¿Quién verá'

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Se animan entre sí en sus malas obras; Planean en secreto tender trampas, y dicen: ¿Quién las verá?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 disparan en oculto al inocente, tirando de sorpresa, sin ser vistos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Obstinados en su inicuo designio, tratan de esconder los lazos, y dicen: ¿Quién los verá?

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Salmos 64:5
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto a la senda; Me han puesto lazos. Selah


Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.


Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.


Y dijeron: No verá JAH, Ni entenderá el Dios de Jacob.


He aquí proferirán con su boca; Espadas hay en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye?


¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará a través de la oscuridad?


Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.


Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.


Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.


El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.


Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.


Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.


Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día.


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