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Salmos 142:4 - Biblia Reina Valera 1960

4 Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Busco a alguien que venga a ayudarme, ¡pero a nadie se le ocurre hacerlo! Nadie me ayudará; a nadie le importa un bledo lo que me pasa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Dirige a la derecha tu mirada y ve cómo ninguno me conoce. Lejos de mí está cualquier refugio, nadie se preocupa de mi vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Mira a mi diestra y observa, que no hay quien me reconozca. No tengo refugio ni hay quien pregunte por mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Aun si el ánimo me falta, tú conoces mi senda. En el camino por donde voy me tienden ocultas trampas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Miré a mi mano derecha, y observé; mas no había quien me conociese; no tuve refugio, nadie se interesó por mi alma.

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Salmos 142:4
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.


Has alejado de mí al amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.


De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos; Los que me ven fuera huyen de mí.


Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.


Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir.


El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé.


En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.


Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.


Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño.


Pero los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será dar su último suspiro.


Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.


He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.


Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad.


Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Está desolado mi corazón.


Óigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos.


Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan.


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