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Salmos 130:5 - Biblia Reina Valera 1960

5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Espero, Señor, mi alma espera, confío en tu palabra;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Espero en YHVH, mi alma espera, En su palabra espero.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Yo espero en el Señor, mi alma espera, yo confío en su palabra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado.

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Salmos 130:5
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.


Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.


Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra.


Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.


En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación.


Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.


Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.


Esperaré, pues, a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y en él confiaré.


Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado.


Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado.


Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.


También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.


Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado.


para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.


Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.


Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.


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